El mercado de acciones de EE. UU. cerró alrededor de un 2% más alto la semana pasada, con el S&P 500 finalizando por encima de 6,000 puntos por primera vez desde febrero. El crédito corporativo también se negoció más fuerte, con márgenes de 2 a 10 puntos básicos más ajustados. Los principales impulsores incluyeron datos económicos sólidos, esperanzas de un acuerdo comercial entre EE. UU. y China, y una recuperación en las acciones de Tesla después de una pelea pública con el presidente Trump.
El Departamento de Trabajo reportó un aumento en los empleos de nómina en mayo mejor de lo esperado, así como una tasa de desempleo del 4.2% como se había anticipado, lo que alivió las preocupaciones sobre la economía. Mientras tanto, las acciones de Tesla, que habían caído bruscamente tras una disputa pública entre Musk y Trump, se recuperaron algo más adelante en la semana, reforzando el tono "de riesgo" en el mercado.
Para esta semana que viene, el escrutinio de los datos económicos aumentará el miércoles con el Índice de Precios al Consumidor (CPI), y el jueves con el Índice de Precios al Productor (PPI), que también coincidirá con las subastas de los bonos del Tesoro a 10 y 30 años. La demanda del mercado por la deuda emitida por el Gobierno de EE. UU. comenzará a ser monitoreada con mayor atención, ya que las posibles preocupaciones sobre un déficit fiscal más alto debido a la nueva ley tributaria de Trump podrían aumentar. También se estarán observando de cerca los nuevos desarrollos en las relaciones comerciales entre China y EE. UU.