La semana pasada, los activos de riesgo se depreciaron, con el índice S&P 500 cerrando con una caída del 0,64%, impulsada principalmente por la debilidad en el sector tecnológico. La renta fija también enfrentó desafíos, ya que los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron aproximadamente entre 15 y 20 puntos básicos, mientras que los diferenciales de crédito se ampliaron entre 1 y 8 puntos básicos en general.
El bajo rendimiento en las acciones tecnológicas estuvo liderado por Nvidia, cuyas acciones cayeron casi un 6% durante la semana. Esta caída se produjo tras la noticia de que el gobierno de Estados Unidos está preparando reglas para limitar la venta de chips avanzados de inteligencia artificial en regiones como el sudeste asiático y Oriente Medio. Estas medidas tienen como objetivo restringir el acceso de China a la capacidad de computación alojada en otros países.
Por otro lado, el sentimiento sobre la economía de Estados Unidos estuvo marcado por la publicación de datos clave de inflación. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) estuvo en línea con las expectativas, aunque la tasa anual del 2,7% sigue estando por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal. Mientras tanto, el Índice de Precios al Productor (IPP) superó las expectativas, lo que llevó a los mercados a reevaluar la probabilidad de recortes de tasas hacia el final del ciclo de flexibilización actual.
De cara a esta semana, la reunión de la Reserva Federal de este miércoles es el principal foco de atención. Se espera ampliamente un recorte de 25 puntos básicos, llevando la tasa de fondos federales al 4,50%. Sin embargo, dados los recientes datos de inflación y la resiliencia del mercado laboral, los mercados ahora están descontando una tasa terminal del 3,875%, frente al 3% aproximadamente de hace unos meses.
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