La guerra comercial continúa, con otra semana de alta volatilidad en los mercados. Estados Unidos y China están ahora en el centro de las discusiones actuales, después de que Trump revirtiera la mayoría de los aranceles que había planeado imponer a la mayoría de los países durante al menos 90 días, citando el temor de los inversores como uno de los motivos de la decisión. A pesar de ello, terminó aumentando los aranceles a China hasta un 154%, y el país asiático ahora aplica derechos de importación del 125% a los productos estadounidenses.
Tras el anuncio de Trump sobre el cambio de planes durante la semana, los mercados registraron un fuerte repunte, impulsando al S&P 500 y al Nasdaq más de un 9-10% en una sola sesión, marcando sus mejores jornadas desde 2008 y 2001, respectivamente.
A pesar de la semana positiva en los mercados de renta variable, con los índices estadounidenses cerrando con subidas de entre el 5% y el 7%, vimos turbulencias en los bonos del Tesoro de EE. UU., ya que los mercados comenzaron a anticipar un camino difícil para las relaciones entre EE. UU. y China. Los rendimientos de los bonos se ampliaron entre 30 y 50 puntos básicos debido al aumento de los temores de que China y otros inversores extranjeros que poseen bonos del Tesoro de EE. UU. pudieran reducir sus posiciones en el futuro. El índice del dólar estadounidense terminó la semana un 3% más débil.
Varios estrategas de Wall Street recortaron sus perspectivas para el S&P 500 en 2025, reduciendo sus expectativas para las ganancias corporativas, mientras que varios economistas aumentaron la probabilidad de una recesión, con estimaciones que ahora oscilan entre el 30% y el 50%. Los mercados están descontando tres recortes de 25 puntos básicos en las tasas de interés para 2025, mientras que los funcionarios de la Fed han destacado recientemente los desafíos actuales, anticipando un mayor desempleo, precios más altos y un crecimiento económico más lento. Mientras tanto, una encuesta de sentimiento en EE. UU. la semana pasada mostró que los consumidores esperan la inflación a largo plazo más alta desde 1991.
El mercado comienza esta semana con un tono positivo, después de que el gobierno de EE. UU. anunciara el fin de semana una pausa temporal en los aranceles electrónicos. Se espera que la volatilidad siga siendo alta mientras los inversores continúan monitoreando de cerca las relaciones entre EE. UU. y China. Para que el repunte en la toma de riesgos gane más impulso, los inversores sin duda necesitarán ver señales continuas de flexibilidad en los aranceles y una mejora general en las relaciones comerciales.